Cuando sera el fin del mundo

 Para empezar, nuestra cronología es completamente convencional; sólo rige para la sociedad cristiana. Incluso recientes investigaciones demuestran que Jesucristo nació en el año 4 antes de Cristo». Ya en sus palabras iniciales, el profesor Gustavo Bueno mostró las armas racionales y desmitificadoras con las que se batió ayer contra «Los terrores del fin del milenio» en una charla inscrita en las Jornadas Deportivo Culturales de La Calzada y organizada por el Club La Nueva España de Gijón.

Sucesos como el reciente suicidio colectivo de miembros de una secta en Norteamérica han puesto de relieve, según Bueno, «el enorme poder movilizador y terrorífico que tienen en mucha gente» las ideas en torno al cambio de milenio. En su conferencia de ayer, el autor de «El mito de la cultura» quiso también mostrar la raíz mítica de semejantes creencias y su carácter especulativo, incluso en sus formulaciones más aparentemente científicas y recientes. Gustavo Bueno argumentó como sigue respecto a algunos puntos de la cuestión.
Teorías del fin del mundo. «Hay que distinguir entre las escatologías individuales, relativas a la humanidad, a la tierra, al cosmos, a la materia e incluso al final de Dios. Actualmente se habla de todas estas cosas mezclándolas y desde puntos de vista muy diferentes. Es increíble que estas cosas se digan».

Origen histórico del milenarismo.
«Es gratuito decir que ya el hombre de Atapuerca pudo preguntarse sobre su origen y el más allá porque enterraba a otros hombres y presentar eso como síntoma de hominización. Hablar del fin de la humanidad o de la tierra presupone ideas muy tardías, que no surgieron hasta los grandes imperios, que pretendían poner a todos los hombres bajo su hégira. En realidad, por lo que se sentía inquietud era por el final de la propia estructura social en la que se vivía».

Cristianismo y fin del mundo.
«El mensaje de Cristo presuponía que la humanidad estaba a punto de acabar. Sermones como el de la Montaña invitaban a liquidar los bienes materiales, y eso es inverosímil para alguien que piense vivir. El cristianismo siempre ha tenido el problema de explicar por qué la historia sigue tantos años después de que, con la encarnación de Cristo, se produjese el acontecimiento de mayor plenitud y excelsitud de toda la historia».
Teorías científicas sobre el fin del mundo. «¿Por qué nos aterrorizamos ante escatologías terriblemente hipotéticas planteadas por científicos en ratos de ocio. Porque vende y hay más argumento que en un libro de física pura y dura. Las abundantísimas escatologías científicas no son conclusiones de la ciencia. Quienes las formulan, se dedican a la cosmología, la parte menos científica de la física».

Intereses en la ciencia.
«Que los físicos reproduzcan ideas que no son nuevas y que vienen de tradiciones muy anteriores, a mí me da mucho que pensar. A organismos como la NASA les interesa que sigamos alimentando especulaciones en asuntos como la vida en otros planetas, después de decepciones como la que nos llevamos en la Luna. Si no tenemos esa expectativa, no cotizamos. No pagamos a la NASA para ver pedruscos».

Fin del mundo y fanatismo religioso.
«Quienes hacen de estas ideas una conducta religiosa, creen en majaderías: viven por ellas, mueren por ellas y encima dicen que arreglan sus vidas».
Idea cristiana de la creación. «Es una idea de una gran originalidad, acuñada por el judaísmo tardío. El resto de las religiones podía creer en que de un bloque de mármol saliera misteriosamente una figura; la idea de la creación desde la nada supone que un escultor sin mármol, sin ojos, sin manos y cincelando sin cincel crea esa figura. Es una idea muy sencilla y muy intuitiva, como ven».

Marxismo y fin de la historia.
«Hace veinte años se discutía mucho si el marxismo era una teoría sobre el fin del mundo. Marx habló de que el género humano conocería mejores tiempos después de la revolución del proletariado, en el comunismo final. Ahí empezaría la historia; todo lo anterior sería prehistoria, porque el hombre alienado no es aún humanidad. Pero Marx lo plantea como una transformación mágica, en la que no se especifican los pasos».

Cristianismo y teorías de Aristóteles.
«Aristóteles fue el primero en sostener que la materia y la forma del mundo son eternos, y por eso es el pagano y materialista más radical. El cristianismo intentó bautizar luego a Aristóteles, pero Aristóteles es insoluble en agua bendita».
Terror al milenio y condición humana. «Nos inquietan estas cosas porque hacen ver que el suelo que pisamos es completamente inseguro y obligan a que nos preguntemos qué hacemos aquí. Nos hacen pensar que nuestras coordenadas son mitológicas y el presente es inseguro. Por eso quiero recordar aquella máxima de Marco Aurelio: "En el mundo, mudanza. En la vida, firmeza"».

Entonces Nadie aun sabe, cuando puede ser el fin del mundo, pero de algo estamos seguros de que debemos cuidarlo, y matenerlo vivo

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